domingo, 27 de diciembre de 2009

Principio del Fin

Empiezo con un viejo texto lindo (para mí, claro) que simule un poco de cordura... que haga parecer que las próximas entradas tendrán algún sentido...
En fin, "en mi lista de promesas a olvidar" (así, con minúscula ¬¬)

…Y este lenguaje que nos limita a expresar lo que sentimos, miles de palabras para explicar distintas cosas de mínimas diferencias y sin embargo a veces no alcanza para transmitir el significado de una sola sensación…

No somos perfectos como criaturas entonces, estamos limitados por lo que somos capaces de transmitir, y a la vez existe el límite en lo que creemos conocer, ¿realmente somos concientes de lo que sentimos? ¿Conocemos todo lo que decimos conocer? ¿O somos presos dentro de los límites de nuestra percepción? Una cárcel que a su vez necesariamente tiene que variar para cada único y exclusivo ser.

Vemos tanta “perfección” alrededor nuestro, hija de la naturaleza misma… o será que es perfección a nuestros ojos por captar conciente o inconscientemente que no está hecha desde nuestras limitadas capacidades y sí desde alguna raíz que aún después de tantas culturas y diferentes pruebas de posibilidades humanas seguimos siendo incapaces de descifrar. Por eso se explica todo recurriendo al fin último de la fe. Qué queda sino la fe, es decir, creer, confiar, para llegar a la explicación de este mundo que de otra manera podría mantenernos suspensos indefinidamente en la maravilla infinita que causa sólo pensar un poco profundamente en él.

Miles de registros, cálculos, estudios, en fin, explicaciones de todo nuestro entorno, de todo a nuestro alrededor, por la simple y eterna incapacidad de entender nuestra existencia… y entre todas las ecuaciones de la vida, encontramos en la más difícil de resolver -el amor- la razón irracional que le da sentido si no a nuestra existencia, sí a nuestro pasar por ella, al de cada único ser y de una manera única para cada uno, ya que siendo la misma ecuación, su aparente solución será exclusiva para cada irrepetible alma y cada irrepetible vez que haya que resolverla (aunque resolverla sea una de nuestras mayores promesas a olvidar y llegar a un fin deje de ser lo más importante frente a lo que representa el camino hasta allí)… es el sentido, la mejor justificación que encuentro para el mundo y su maravilla tal vez porque es la mejor y más increíble maravilla que dos almas no se crucen por casualidad. Le da sentido a este tránsito… y sentir a esta existencia…

Dani (15/07/07)


DEJEMOS DE EXISTIR Y EMPECEMOS A VIVIR




Así es que doy inicio al principio del fin...